Con emotivas palabras el personal docente del ISFDyT Nº28 despidió a quien en vida fuera Celia Gonzalez.
Hay gente,que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
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Y uno se va de novio con la vida
Desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.
Lima QUINTANA y LLOPIS (fragmento)
Los tiempos de Pandemia, y de aislamiento, también son tiempos de despedidas. Pero despedidas sin abrazos, sin ceremonias, sin rituales.
Para los que hace un tiempo transitamos por las aulas del ISFDyT Nro 28, este fue un año de despedidas, es así que dijimos Adiós a Silvia Ovati, a Aidor Miranda, que si bien no tuvieron la ceremonia que hubiéramos querido, permanecerán en la memoria de quiénes fueron sus alumnos y colegas.
Hoy nos toca despedir a CELIA GONZALEZ, tal vez su nombre no sea tan conocido, y su imagen no esté tan presente en muchos estudiantes. Pero todos sabemos que en el Instituto era una persona realmente “necesaria”. Serena, sencilla, silenciosa, pero siempre dispuesta a ayudar. Estudiosa, pero desinteresada y solidaria con sus saberes. Prolija y eficiente, no escatimó su tiempo para que las tareas estuviesen finalizadas. Dejo una marca ética más allá del cumplimiento de su rol.
Siempre dispuesta a escuchar y a buscar una solución, nadie la escucho responder mal, ni quejarse de nada ni de nadie.
Hoy la despedimos en su viaje a la eternidad. Era una persona de fe, y estará disfrutando del descanso eterno
A los que la conocimos nos queda su ejemplo, y el recuerdo de su compañerismo y en el Instituto de marca indeleble de su paso.
HASTA SIEMPRE QUERIDA CELIA
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